Indicadores de desigualdad
- Miguel Ángel Flores Hernández
- 5 ene 2016
- 4 Min. de lectura

Existen diferentes medidas de la desigualdad. Tres de las más utilizadas dentro del análisis de la desigualdad son: la curva de Lorenz, el coeficiente de Gini y el índice de Theil.
La curva de Lorenz muestra en términos gráficos la relación existente entre los porcentajes acumulados de población y los porcentajes acumulados de ingreso, a partir de dos condiciones: (i) ordenar la relación entre ambas variables de forma creciente respecto del valor de su ingreso hasta cubrir el total de la población, y (ii) considerar una misma amplitud o tamaño de cada intervalo (normalmente de 10%: denominados decile.
Pasos en la construcción de la curva de Lorenz (ver tabla de frecuencias):
Ordenar individuos u hogares (población) en forma ascendente.
Definir el tamaño de los intervalos (deciles, quintiles, etc.).
Construir frecuencias relativas simple y acumulada de las variables de renta y población.
La frecuencia relativa simple equivale al porcentaje que se obtiene del cociente entre el número de observaciones que pertenecen a cada intervalo y el número total de observaciones (ya sea población o ingreso). La frecuencia relativa acumulada muestra la frecuencia relativa que se va acumulando en orden ascendente hasta llegar al último intervalo.
Se grafican las columnas de frecuencia relativa acumulada (renta e individuos), tomando en cuenta que la curva de Lorenz nace desde el origen del eje cartesiano.
El coeficiente de Gini se computa a partir de la curva de Lorenz. Este coeficiente mide el grado de desigualdad en la distribución del ingreso entre individuos en un determinado periodo. Su intención es observar en qué medida esta distribución se aleja de una asignación plenamente equitativa. La perfecta igualdad está representada por el 0 y la inequidad perfecta por el 100. Tradicionalmente se utilizan dos variables para medir la desigualdad: el ingreso per capita y el ingreso total del hogar. Utilizados en dos vertientes: antes de impuestos y transferencias y después de ellas.
El índice de Theil que se basa en medidas de entropía (una herencia en las Ciencias Sociales de la física), lo que significa que es una medida de desorden de un sistema, y en nuestro caso de la desviación respecto de la perfecta igualdad del ingreso. Este índice expresa la comparación del ingreso relativo de todos los individuos ponderados por la población o por el ingreso.
En conclusión tanto el Índice de Gini cómo la Curva de Lorenz, son métodos para identificar las desigualdades de ingresos en un determinado país o población y hemos de mencionar que cuánto más desarrollado está un país, más equidad suele haber en él, es decir, el índice de Gini se acerca más a 0 y la Curva de Lorenz se acerca más a línea de perfecta igualdad.
Índice de Desarrollo Humano ajustado por desigualdad (IDH-D)
Es un indicador del nivel de desarrollo humano de las personas de una sociedad que tiene en cuenta el grado de desigualdad. Este indicador consta de tres componentes:
El índice de esperanza de vida al nacer ajustado por la desigualdad en la distribución de la esperanza de vida basada en las tablas de mortalidad.
El índice de educación ajustado por la desigualdad en la distribución de los años de escolaridad basado en datos de encuestas de hogares.
El índice de ingresos ajustado por la desigualdad en la distribución de ingresos basado en datos de encuestas de hogares.
Índice de Oportunidad Humana (IOH)
Recientemente, el Banco Mundial ha elaborado el Índice de Oportunidad Humana
(IOH) que mide el acceso a servicios básicos y su distribución bajo el principio de igualdad. Tiene como referencia un contexto de cobertura universal, por lo que el índice toma valores entre 0 y 100. Si una sociedad tiene una cobertura de servicios básicos muy baja se acercará al 0, mientras que si tiene cobertura universal tendrá un valor de 100. El IOH permite conocer los avances en la igualdad de oportunidades tanto en el entorno nacional como entre países en un periodo de tiempo.
El IOH tiene tres características:
Efecto escala: el valor del IOH se modifica por cambios en la tasa de cobertura de los servicios.
Efecto composición: el IOH cambia cuando se modifican las circunstancias de vida de las personas.
Efecto distribución: el IOH crece o decrece porque los servicios se distribuyen de forma menos desigual.
Desigualdad y movilidad social
La movilidad social es la posibilidad que tienen los individuos para ascender o descender en la escala de bienestar socio-económico. Se trata de uno de los temas más sugerentes dentro del estudio de la desigualdad, no sólo porque ofrece información de cómo se da el proceso de ascenso/descenso social, sino porque permite entender las restricciones, deficiencias y retos de las políticas públicas, así como su entorno socioeconómico.
Causas de las desigualdades
Primeramente hemos de tener presente que las causas de la desigualdad son muy diversas y hay que distinguirlas por niveles. Existen, pues, causas en los niveles micro (local, individual o comunitario), macro (estatal), meso (sector, industria, región) y meta (internacional, cultural o sistémico). Estos niveles no operan de forma separada sino que interactúan entre ellos, de tal forma que muchas de las relaciones de desigualdad no presentan efectos de relación y causalidad unívoca sino que también existen relaciones envolventes entre diferentes factores que alimentan la desigualdad.
Bibliografía:
Madrueño R. (2013). "Desigualdades" en Tezanos, S. et al. (coords.). Manuales sobre cooperación y desarrollo. Desarrollo humano, pobreza y desigualdades, Santander: Universidad de Cantabria/Cátedra de Cooperación Internacional y con Iberoamérica, pp.130-152.
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