Apenas se asoma la noche.

Ellos corren apenas se asoma la noche, huyen despavoridos a sus guaridas se niegan a embriagarse de luna; le temen, le cantan, le anhelan…

Y es que fueron arrojados al mundo: solos. De sus ojos caen árboles secos. Corren apenas se asoma la noche. Tocan sus genitales entre sombras; les temen, les cantan, les anhelan. En su soledad crean discursos, cuartean el negro de su moral ficticia. Apenas se asoma la noche, lloran. Y es que pereciera que nunca amanece. Pero como el sol es una promesa, duermen… húmedos, nostálgicos: quién sabe de qué. Sueñan con que no llegue la noche Con que no amanezca con que no queden cojos, guardan fuerza, para poder huir y lo hacen: apenas se asoma la noche.